jueves, 23 de noviembre de 2023

para llegar al final

 Hoy me desperté sin ganas de nada. Hace frío y estoy muy confundida. No entiendo bien este punto de mi vida y comienza, de nuevo, la crisis de fe. el no saber a dónde ni de dónde, ni porqué. ¿En cuántas cosas voy a creer? En todo, me dice una vocesita. 

-Hay que creer en todo porque todo es posible.

-pero estoy cansada.

- El cansancio es, tambien, una ilusion. 

-No sé hacia dónde ir. 

-Sigues sobreprotegiendo a tu ego. 

- Y al corazón

- Sabes perfectamente que eso ya no es el corazón. El corazón lo sanamos hace meses. 

-¿Cómo pude sanar al corazón antes que al ego?

- Los caprichos de Dios son misteriosos. 

- ¿Dios? ¿Vamos a ir con esa?

- ¿Porqué no? Hay que volver al principio, para llegar al final. 

martes, 18 de julio de 2023

Tu voz me dice (9/denosecuántas)

 Este es el relato número 9 de nosotres. 9, son las veces que nos hemos visto desde que nos encandilamos. 

Busqué en google.

 El significado del numero 9 está ligado al amor universal, la eternidad, fe, leyes espirituales universales, el concepto de karma, iluminación espiritual, y el servicio a la humanidad.

Bajo esta premisa, y pensando que llevamos muchos días sabiendo que sólo han sido 9 veces juntes, podríamos pensar que de momento estamos en el momento nueve de nuestra relación. 

Escucho a Priscila Ahn, hace mucho que no lo hacía, y tomo una infusión de cacao con canela y anís. Es luna nueva en Cáncer y mi humor está así, canceriano, con sueño, sensible, para adentro, repensando, recordando. 

Hoy te imaginé dos veces. Mientras caminaba por la zona de los reggetones, volviendo a casa, te imaginé caminando de un lado a otro de tu jaula, respondiendo preguntas que no soportas, mirando con tus ojitos a cada rincon de la casa para fugar la mirada. Imaginé que te sentaba, te ponía mis manos frias sobre la frente y la nuca, bajaba el ritmo de tus vibraciones eléctricas, te besaba los ojos y el cuello y luego... luego el semáforo se puso en verde y cambié de pensamiento. 

Más tarde te imaginé mientras leía. Imaginé que volábamos juntes en globo aerostático. Que es una de las cosas más lindas que he hecho.  Pensar que, las cosas bonitas que he hecho, las quiero hacer contigo.  Te dije que andaba canceriana. 

Salimos del cuarto de la cabaña, siendo novies por una noche. La verdad no recuerdo con quién hablé ni de qué. Recuerdo sí, que la Noviamadre estaba nerviosa porque Escorpio ya no me iba a llevar, entonces en qué me iba a ir. Admiro a esas mujeres, a esas que están en todo, que se preocupan por todes, que buscan constantemente la forma de organizar, resolver, cuidar. Yo no quería preocuparme por eso, pero tuve que hacerlo. Y bueno, evitentemente Escorpio me demostró ser lo que intuí, ni dos horas habían pasado cuando ya estaba rompiendo su promesa de llevarme, porque quería relajarse y seguir fluyendo con la droga que traía encima. No me sorprendí, ya sabía que no podía confiar en un drogadicto, el egoismo suele caracterizarles de vez en cuando.  Por suerte el hermano del Yaesposo tenía hambre y necesitaba irse, también. La Noviamadre arregó todo para que me fuera con elles. 

Hablabas con El bebé, me acerqué a abrazarte por la espalda. 

- Sácate, estamos hablando entre hombres. 

- Uta, menos mal que soy tu mejor amiga. 

y me fui, a hablar con alguien más. El bebé, es así, contesta como bebé. Tú tampoco supiste muy bien qué hacer, más que aceptar que El bebé es torpe. 

Después hablamos un poquito más, hasta que Eldesamorado se acercó a nosotres, muy acongojado, para avisarnos que el taxi había llegado.  Me dio ternura. Cogí mis cosas, me despedí de los que me caían bien.  En el estacionamiento estabas tú con El psicólogo que diagnostica por estados de facebook y tuiter.  Lo abracé, porque en ese momento lo sentí, y a ti también, rápido, escueto, acuarianamente, porque el taxi esperaba y no quería que me dejaran, y la verdad tampoco quería sentir una despedida más. 

Viajé en taxi con la pareja que ya no es pareja, me dejaron en el siguiente pueblo, ahí tomé una combi a la siguiente ciudad, y al llegar caminé varias cuadras hasta encontrar un taxi que me quisiera llevar. Al parecer los taxis en tu ciudad se cotizan a quien, cómo y cuánto cobrar.  Estuve parada en el medio de la carretera unos veinte minutos, en vestido de postboda, lleno de semen, levantando el dedo. Por suerte me levantó una conductora y me llevó a lo de Sarita.  Ya en ese taxi me relajé, y me di cuenta que te había dejado los tacones de mi amiga. Te escribí, para que se los dieras al Casicineasta, contestaste al segundo. Estabas ahí, pendiente. 

Preguntaste si había llegado. Te contesté cuando lo hice, te agradecí, a ti y a la universa porque todo salió como me gusta que salgan las cosas, bueno, salió mejor. 

Hoy la terapeuta me reprogramó el pensamiento de creer que sólo puedo tener poco, dosificado. Magnificiencia, me dijo, tienes que pensar así.  Magnificiencia es una palabra que te envían. 

Eso que nos pasó, fue magnifico, siento. La luna, la laguna, la música y un gran encuentro. 

Al siguiente día cuando desperté, me seguías. Tú, el chico que dijo que no era de redes, me habías dado like a fotos de hacía dos años. Sonreí.  Hace unos meses leía un posteo, que decía que qué horrible época vivíamos en la que estabamos todo el tiempo tratando de ocultarle al otro lo que sentíamos por él. Me resonó fuerte. Y ahí estaba, un chico que no tenía miedo de dar 22 likes en un perfil en  la madrugada de un lunes. 

Llegué al aeropuerto, pedí una malteada de fresa, y otra vez me alegré de ser la mujer que soy. Los aeropuertos son mis lugares favoritos en el mundo, siento, ahí, que todo es posible, siento el poder de la independencia y el lujo de poder abrir la mirada, hacia algo nuevo, que no sabes que es, pero que mirarás desde arriba durante mucho tiempo. 

Ya me está escribiendo mi alumna para que la guie a meterse un ajo en la vagina, con el fin de limpiarse, de otros, de ella, de otras.  Tengo que apurar este relato. 

Cuando entré al metro de la Capital, con mi maleta, sentí una nostalgia enorme, de un fin de semana en el paraíso, con mis amigos de la adolescencia, con uno de los mejores encuentros sexuales que he tenido, y con una amiga que sonríe sólo de verte llegar.  

Como buena luna en Tauro, me di una recompensa por sentirme nostálgica y me regalé un ramen en el Japonés fresa.  Me senté ahí sola, a tomarlo mientras contaba por whatsapp a mis amigas mis aventuras. De regreso a casa, me escribiste, leí tu nombre en el celular y de pronto, me detuve a media calle, con la maleta en la mano, y solté una carcajada enorme. 

No puedo creer que estoy coqueteando con... y dije tu nombre completo. 

sábado, 8 de julio de 2023

Tu voz me dice (8/denosecuántas)

 Hoy es 8 y escribo la 8. Estos días los números se han manifestado constantemente. Yo de numerología, no se nada. Sólo sé que soy 7. Y que cuando ves dos números iguales seguidos, tienes que pedir un deseo. Números espejo, o algo así se llama. Me pasa seguido, pero yo creo que es porque mi ansiedad me hace ver el celular todo el tiempo, y siempre que enciendo, números espejo. 

Pareciera que a nosotres la tormenta nos llegó antes de que llegara. Debe ser Urano, pero bueno, une nunca debe de asegurarlo. Nunca sabes por dónde va a venir el golpe real, no se si real, o el más fuerte. El punto es que, de momento, pasaron los días densos, los de las dudas, los de los miedos, los de sufrir en vez de disfrutar. 

Ahora espero con ansia que sea la hora en la que me videollames para sonreír, para verte y sentir cómo se enciende mi piel, cómo las corrientes eléctricas atraviesan dodo mi cuerpo y la mandíbula explota en ternura cuando mueves la cabezita argumentando algo que según tú es muy importante. 

Me quedé, en la tornaboda, me quedé. Entramos juntes pero separades. Mis amigos, " la freshada" como les dicen ustedes, estaban en la entrada. A penas llegué, me tenían ya la bebida esperando.

- ¿Con quién vienes? me dijo Eldetodalavida

- Con todos

- Ya, mensa, ¿ a cuál te echaste?

Le conté de ti. 

-¿En serio?

- Sí ¿por?

- No sé, no se me imaginan.  ¿Ya te lo habías echado?

-Nop. Fue la primera. Recién estrenades.

-¿Y? ¿jala?

- De lujo. Diez puntos. 

- ¿Neta?  Bueno, igual siempre te gustaron medio nerds, medio drogadictos. 

- Te pedí una cerveza!

Me gritaste a unos metros de distancia.

Morí de amor. 

- Gracias, voy en un ratito.

Pasa que ya me habían pedido el Carajillo ¿o el Gin? No sé una de esas cosas que tomo con "la freshada" y que aprovecho su "caballerosidad".

-¿Entonces te veniste con los hipsters?

Preguntó otro. 

- ¿ Los hipsters?

Te señalaron a ti y a tus amigos. 

- Chicos, ellos no son hipsters.

- ¿Qué son?

- Drogadictos nomás. 

Soltamos la carcajada. 

Iba y venía entre ustedes y ellos.  Me sentaba unos minutos con unos, si me entretenía la plática me quedaba, si no, me iba. Me aburro rápido, te dije, al ir entrando a esa fiesta. Una frase que no te has podido sacar de la cabeza.  

Si las pláticas me aburren, conecto con la música, esté donde esté y comienzo a bailar. 

- Se me olvidaba que eras así. Dame las manos, necesito un poquito de tu energía, me dijo Eldetodalavida. 

Abrí mis dos manos, cogí sus dedos y le fui pasando descargas eléctricas. 

Es papá, pensaba, y vive en Querétaro. Debe estar casi muerto por dentro. 

Tú estabas dentro de la laguna. Yo había olvidado mi bikiny en casa de Sarita. Me senté a la orilla del muelle, cerquita de ti. Te di la mano, así como si fuéramos novies. Te hice cariños por el brazo, y el hombro, y el omoplato, hasta llegar a tu espalda. 

- Cariñitos y toda la cosa. 

Escuché una voz detrás.

- Se me hace que eres ascendende escorpio,

 le dije a Eldetodalavida. 

- Sientate con los hipsters, según tú, no muerden. 

Se sentó a mi lado. 

- No sé de qué hablar con ellos. 

me dijo en susurro

Te contamos de cuando trabajabamos juntes, o bueno, de cuando yo le ayudaba a trabajar. Yo seguía acariciándote y se sentía bien. Estar así, contigo. 

Algo pasó después que me fui al final del muelle con los otros y de lejos, te vi mirarme, vi, cómo me hacías el amor con la mirada, y me acordé que había prometido hacertelo yo a ti. 

Un par de veces te crucé yendo al baño, tú saliendo de él, te besé en los labios, así al pasar, para que no se te olvidara, que te seguía deseando. 

La fiesta se iba acabando y antes de que fuera a buscar cómo irme, vino tu amigo Eldesamorado.

- Ya conseguimos quién te lleve. Te vas con nosotros al after y escorpio te lleva después. Él va a donde tú vas. 

Me dolió el estómago, porque ese chico era el único que me había caído mal y sólo de pensar que iba a tener que viajar y hacerle la plática durante un rato  sentí el amargor. Pero mis ganas de volver a coger contigo eran más grandes que mis desencuentros intelectuales con el disque hippie. 

- ¿Lo manipulaste todo verdad?

Te dije sonriendo. 

- No, no no. Yo no hice nada. 

Fui a preguntarle al Disquehippie, si era real, si me podía ir con él. Dijo que sí, pero que no lo presionara con la hora. 

- ¿Estás seguro?

- Sí, sí. 

Dijo con su mirada de autista, mirando hacia el horizonte, como si los dioses le hablaran. 

Tragué amargo. 

Intentaba ir al baño cuando me detuvo tu otro amigo. Al que no se cómo llamar todavia. Me llamó por mi nombre, creo, honestamente que nunca había cruzado palabra con él. 

Me pidió perdón, por lo del chat, por hablar de mi en espacios en los que yo no estoy para defenderme. Algo así dijo. Admiré su valor de hablarme sin conocerme de nada para pedirme disculpas. Aunque después lo pensé y  dije, más valor tuvo que tener para defenestrar a alguien desconocido en un chat de machirulos. Pero claro, esa es otra historia, historia de la que hoy no vamos a hablar. 

Salí del baño, me diste la mano y me regresaste a las cabañas. 

Sólo habíamos llegado tú, Eldemitribu y yo. Fuimos a ver la nueva cabaña, y mientras la explorábamos me abrazaste por detrás (unodemismomentosfavoritos), no lo pensamos y corrimos a tu cabaña. Nos quedaban horas juntes y había que aprovecharlas. No sé si alguna vez tuve tantas ganas y fui tan transparente a la hora de querer cogerme a un semidesconocido. 

Llenaste de semen el vestido que traía. Y después, cogimos, una y otra vez.  Yo estaba sin M, sin drogas, pero volví a sentir lo mismo que el día anterior, con más intensidad.  Escuchaba el tictac del reloj, el sonido del avión despegando. Faltaban horas para irme y no sabía si te iba a volver a ver, pero lo que más me preocupaba era no saber cuándo iba a volver a sentirme así con alguien. 

- ¿Te puedo pedir un favor?

- Claro.

- ¿Me chupas  las tetas? Mucho

Quería llevarme esa imagen tuya.  y tu adn en mis pezones. 

Lo hiciste. Después me abrazaste. 

Sentí que entre tu pecho y el mio había, algo así como una esfera, de luz que se encendìa fuerte. Te abracé, mucho. 

- ¿Cómo vamos a hacer para salir de aqui?

Le pregunté al viento en voz alta. 

Pero tú, imaginando que mi mente era más queretana de lo que es, contestaste;

- Si quieres sal tú primero y yo después, o al reves. 

Me reí, como si a mi edad  me fuera a importar salir de la habitación con alguien con quien tuve sexo. 

- No, decía... por esto... esto que está pasando. ¿Lo sientes?

- Sí, dijiste.

Y por primera vez vi tu cara de melancolía. 

La fiesta seguía afuera y no podíamos seguir evitandola. Nunca tuve menos ganas de salir de un cuarto.  Me ayudaste a vestirme. 

- Podemos ser novios por esta noche. ¿Quieres ser mi novia por una noche?

- Sí. ¿Quieres ser mi novio por una noche?

- Sí. 

Esa fue la primera vez que fuimos novies. 


miércoles, 5 de julio de 2023

Tu voz me dice (7/denosecuántas)

 Hoy es la 7, la 7 de nosecuántas. Voy lento, voy de cachito en cachito, porque esto, como la buena comida, me gusta saborearlo. Vivimos más de los recuerdos, que del presente, tú y yo, tú y yo que sólo nos hemos visto  9 veces. Nueve es un número mágico, te iba a decir, pero luego siempre estoy con mi pensamiento causal. 

La luna llena en capricornio está haciendo de las suyas. Te cae en tu venus, te dije. El final de una forma de vincularte, de relacionarte, algo, también (porque es tu luna) con tu refugio emocional inconsciente. Cambios, cambios, cambios- repetías hace un par de meses. Pero no todos han sido fáciles, no para los dos. Venus en sombra y ahora retrogradándo en conjunción a Lilith, pegaditas a Marte, sobre nuestro ascendente, vienen recordándonos a ambos, la sensación de exilio,  tener que recordar para repensar nuestros vínculos sexoafectivos, cómo me relaciono, cómo me vinculé, qué me sigue doliendo. Los fantasmas se han hecho presentes, casi materializàndose, interponiendose entre tu celular y el mio, entre tu voz y la mia. 

- No quiero preguntar, pero ¿siguen juntos?

Me escribio el Yaesposo hace unos días. 

- Porque ya ninguno me habla del otro. 

- Sí, seguimos. Pero ya no es como al principio. Se pasó el rush y pues la ideología y la distancia están perras. 

"Son Lilith y venus recordando, cuándo no te sentiste querida, trayendo los miedos a la mesa, jugando con  tu chackra corazón para que se libere la espina".  La espina, esa espina que lleva tanto tiempo dentro que seguro está podrida, que ha estado  anhidada durante tantos años, que ya mi corazón había pensado que era parte de él. Es colectivo, y es familiar, es de linaje, son las mujeres de nuestros linajes. 

Eso, todo eso es lo que tiene enamorarse bajo una luna en escorpio. Los traumas del pasado van a volverse visibles. Una sabe, una intuye y una elije. 

Son sus almas, me dijo la terapeuta hace unos días, el alma de él y la tuya, que se están eligiendo caminar un tiempo, este tiempo, juntas. Ni siquiera tiene que ver con ustedes, ni con sus egos, ni con su pasado. 

Vuelvo, que me pierdo. 

Esa noche, bueno, madrugada, no sé cuántas veces cogimos. Yo sentía que no quería dejar de tocarnos. Quería acariciarte y que me abrazaras todo el tiempo. Sentirte dentro, extender las horas.  Cogimos  y me giré para dormir, entonces tú me abrazaste por detrás y me besaste el trapecio y el cuello. Aquí me quedo. No me quiero ir, pensé, y yo siempre me quiero ir. 

-Mañana, cuando estemos en la fiesta, te voy a hacer el amor con la mirada, todo el tiempo. 

Te dije.

Repito, no sé cuántas veces cogimos, lo que si sé es que me sorprendí, porque con todas las drogas que te metes, juré que no se te iba a parar. 

Dormimos poco, yo menos.  Abrí los ojos, ávida de ver cómo iba a seguir el día. Me puse el vestido, salí a buscar mi celular. El baño, un poco de agua en la cara, pasta de dientes, y a recorrer las cabañas. 

Me sentía bien. Era yo, yo reloaded.  Estoy en el Caribe, pensaba, libre, sola, bien cogida, sin culpa, habiéndome regalado a mi 4 días de viaje, porque puedo, porque quiero. Volviendo a conectar con gente del pasado, con gente con la que fui feliz. Sin juicio. Siendo la morra que siempre quise ser. Volví. Hasta ahora estaba volviendo. 

Nadie se despertaba y yo comenzaba a desesperarme. Quería irme a la tornaboda, pero sobretodo quería que pasara ya el momento incómodo de que te despertaras y no supiéramos cómo ser.  Por fin, saliste. Sonreías, estabas de buenas, también nervioso, también sin saber qué procedía. Fuimos a molestar gente, a despertar, a soltar nuestra ansiedad con les demás. 

- Vergaaa, cómo se nota que les fue bien. 

Dijo El bebé sin quererse despertar. 

- Necesito que me des efectivo, de ayer. Para regresarme en la combi. 

Les dije a la noviamadre y a al mismo. 

-¿Qué necesitas? 

dijiste acercándote a la cabaña. 

- Efectivo, para la combi de regreso, ayer les di todo. 

- ¿Ya te vas?

- No , para después. Pero para que no se les olvide sacar. 

Tu coche no arrancaba y me sorprendió la calma con la que lo tomaste. No te enojaste, no te pusiste a putear en voz alta, nada. Resolviste al toque. 

- Nosotros nos vamos en ese coche

dijiste

- Ah ¿como si fuéramos esposos?

te dije

- Bueno, si no quieres no. Vete con ellos

Hombre de fuego. Se arde rápido, pensé. Todavía no había visto tu carta, pero tu ascendente Leo, ya empezaba a manifestarse. 

- Es broma, sí voy contigo. 

Chale, voy a ser yo la que baje un cambio acá. 

Fuimos a desayunar, con tu otro amigo, Eldemitribu. Les pregunté por sus corazones rotos. El porqué, el cuándo, el cómo. Preguntaron sobre el mio, y no entendieron, no entendieron porqué me dolía lo que me dolía. 

- ¿pero si tú lo cortaste? pinches viejas...

Algo así dijeron, "pinches viejas"  y pensé; he vuelto a Querétaro. 

Yo casi no tenía hambre, porque cuando me enamoro se me cierra el estómago. Como para no quedar mal, pero por mi  viviría de aire. Igual ahí no sabía que estaba enamorada. 

Subimos al coche, yendo a la tornaboda. Estaba nerviosa, quería llegar, volver a ver a mis amigos y sentirme en mi territorio. En el camino, ibas delante mío, estiraste la mano buscando la mía, así, para estar de la mano rumbo a la fiesta, y eso, me hizo sentir... ¿segura?

Bajamos del coche.  Nos adelantamos. 

- ¿Entonces, qué, ya te quieres ir?

De nuevo tu ascendente Leo.

- Uy,  ni cinco minutos juntes y ya me vas a reclamar. 

-No es un reclamo

- Sí lo es. 

Te detuviste, me miraste, fijamente. Sentí cómo de tu pupila algo entraba a mi intestino, duro, fuerte, claro. Nos besamos. 

- No era un reclamo

- Es más fácil decir. Quiero que te quedes. 

-Bueno, quiero que te quedes. 

- Aquí estoy. 



lunes, 19 de junio de 2023

Tu voz me dice (6/denosecuántas)


El primer beso, ningune de les dos, pensó que se iba a sentir así, tan bien, tan es aqui. Yo, la verdad creía que no besabas bien, que la chamba la iba a hacer yo y que ya iría viendo cómo guiar el camino. 
Hermosa sorpresa cuando tus labios sabían moverse casi, dije casi, mejor que los míos.  Volvimos a la pista de baile y de vez en cuando volvíamos a besarnos, tú dices que era yo la que te besaba, seguro que sí. 

La música llegaba a su fin y sabecómo ya estaba en el coche de uno de los que me cae mal yendo hacia el after, de tu mano. 
La cabaña, tus amigos drogándose, las novias hablando de ellos.

Pasaste

- Oye, ¿las sigo escuchandohablar de sus weyes o nos damos otros besos?
- Nos damos unos besos.

Contestaste en chinga.

Caminamos al estacionamiento y nos besamos más, 
¿te puedo tocar toda?
No lo dudé. 
Tus manos bajaron, 
cada vez se sentía mejor. 

Tus amigos se discutían las habitaciones. Me tomaste de la mano, y sin decir nada, me jalaste a la única habitación de esa cabaña. Creo que fue lo que más me prendió.  Que tomaras así , la decisión, definitiva, sin preguntas. 
Pensé, "Si estuviera en Argentina, me darían las cinco de la mañana en una asamblea defendiendo que alguien más duerma en una cama".
Cerramos las persianas. Fuimos a lo que sabíamos que veníamos.
Tu Pollo entró por cocaína. Yo semi desnuda bajo una sábana. Èl, con un alto grado de autismo, como la mayoría de tus amigos, me hablaba, como si no hubiera interrumpido nada. Eligió ese momento para decirme lo bien que le había caído. 
Me hacía gracia que me diera el visto bueno antes de que me penetraras. 
Lo corriste. 
(menos mal, yo no iba a poder hacerlo)
Entonces el lobo se sacó la piel de cordero  y te conocí. 
Entendí la frase de Noubex "Cuando hay piel, hay piel"
Sentía como si nuestros cuerpos ya se conocieran, como si ya supieran por donde, cierro los ojos y visualizo una luz dorada que se activaba con el roce. 
Es el M, pensé. Es esto lo que debe sentirse. 

Me oliste y me sorprendió que no te diera vergûenza hacerlo. Era tan tierno y animal al mismo tiempo.  Me abrazabas y besabas mi espalda y cuello. Sentí cariño. Yo nunca siento cariño en las cogidas casuales. 
No podía dejar de tocarte, de acariciarte. Lo disfrutaba, tanto. Eso tampoco me pasa en las cogidas casuales. No quería podía parar. Esto es el M, me decía.

Cuando vi tu pene, yo que sé, me enamoré. ¿Puede una enamorarse de un pene?
De nuevo Noubex
"Hay pijas deliciosas"
Eso, eso tampoco me pasaba. 
Yo, honestamente, venía de un tiempo en el que me estaba preguntando a mi misma si sería lesbiana otra vez. Porque ya los pitos me generaban rechazo. A mi que tanto me había gustado chuparla. Ahora sólo de imaginarlos, se me secaba la vagina. 
Tendré que volver a las andadas, le decía a Olguita. 
Pero vi tu pene y el deseo volvió de golpe, con más fuerza que nunca.  Y ya no era el deseo de causar placer para hacer que me desearan. Era deseo puro y absoluto
de comermela
de lamerla
de besarla
succionarla
tragármela

Para sentir placer yo.

Tú gemías, sorprendido, 
entonces dijiste
Mi nombre compuesto
Porque ya no ibas a poder llamarme  como todos me llamaban. 


lunes, 5 de junio de 2023

Tu voz me dice (5/ de nosecuántas)

 Llegamos a la fiesta. Mi mesa era la de los amigos de la adolescencia. El bebé quería que me sentara con ustedes, pero yo quería reír y volver, aunque fuera un ratito al espacio que alguna vez se sintió casa.  La noche pintó mil veces mejor de lo que pensaba. 

El lugar era hermoso, la música perfecta, por fin rock alternativo en una boda, las sonrisas del Yaesposo. El miedo a la feminazi se evaporó, había confundido a esos amigos con sus hermanos, y no, no son lo mismo, estos, de alguna manera me respetan más, será porque no me consideran la hermana menor, había algo, en sus miradas, en su forma de hablarme, en sus preguntas, de admiración, de nostalgia, del buen sabor del pasado. Las risas, la confianza, el abrazo a la adolescente se hicieron cada vez más fuertes. 

"Siempre les gusté" pensé, y yo que toda la prepa me sentí fea. 

- ¿Ya viste la luna?  Te acercaste a decirme. 

-Nop. 

- Veela, está hermosa. 

El Yaesposo me había dicho lo mismo cuando se acercó a abrazarme, pero en ese momento sólo quería bailar. 

Caminé hacia el muelle. Venías detrás. 

¿Va a ser un momento romántico? me pregunté y un poco de nervios me entraron.

La luna se caía en rosa, acariciando el agua que nos acariciaba a nosotres.

 En el muelle había más invitades, desconocides para mi, conocides tuyes. Nos unieron a bailar en su viborita y sus puentes y cosas de bodas tradicionales.  Algo me incomodó bien, no sé el qué, pero sentí que no quería estar allí, que quería estar frente a esas miradas y voces que me hacían sentir de nuevo en casa, después de muchos años, aproveché que algunes te hablaban y escapé por debajo de los brazos, para volver al lugar seguro. 

¿Porqué no te haz maquillado? Me reclamó el Yaesposo.  Casi obligada formé fila con la noviaesposa de tu amigo el Seguncineasta.  Pasaste a mi lado, sentí en tu mirada algo así como ¿ así nomás te vas? No dijiste nada pero, te tomé del brazo y te dije:

-Escucha, sí te voy a dar, pero quiero bailar, ir de un lado al otro, cotorrear. 

Sonreíste.

- Claro, claro, es momento de fiestear.  

y seguiste camino. 

Bailaba, con todos y con nadie, a ratos solo sola, sentirme, vivirme ahí, volviendo sin volver. A ratitos me iba al lado tuyo, para que sintieras que estaba y para ir, de a poquito, tejiendo. 

Me llevaste por una bebida, creo, o no sé porqué estábamos tan cerca de la barra cuando El Bebé nos dijo 

Ya besense!

- Te voy a besar, así ya se relaja. 

Aunque en realidad la que necesitaba relajarse era yo. Dar el primer paso, tocarte, besarte, para dejar de alargar el viaje. 

Te besé y...  desde ahí no pude dejar de besarte, hasta hoy. 


viernes, 2 de junio de 2023

tu voz me dice (4/nosecuantas)

 

Hoy Urano está en conjunción con el Sol. Así como estaba cuando tú naciste, pero en otra constelación, en la taurina. Me pregunto cómo teniendo esa conjunción puedas durar tanto tiempo en los mismos lugares, con las mismas personas. Probablemente es gracias a las drogas ¿no? es a traves de ellas que puedes viajar, liberarte, ser. Aunque haya todo un universo fuera de dónde estás... esperándote. 


-Pásenme su teléfono .

Escribí en el chat de los fans a las 8 am. 

-¿Se besaron? ¿Se dieron? ¿Se amaron?

Contesté con un sticker, para dejarles con las dudas y no cerrar posibilidades. 

Te escribí, para agradecerte que no me hubieras violado y porque quería irme contigo. 

-¿Cómo dormiste?

preguntaste

y se me hizo una pregunta tan tierna. Hace tanto que no me preguntaban eso. Bueno, a menos que esté enferma y mi familia se preocupe a la distancia. 

Por suerte, tus 4 planetas en capricornio asumieron mi orfandad móvil y preguntaste en qué me iba a la boda. Preguntando sin preguntar si quería un aventón, que obvio necesitaba. Cuando avisaste que habías llegado, me puse nerviosa,  tal vez porque intuía, intuía que una vez que me subiera a ese coche, no iba a haber forma de bajar, a menos que abra la puerta a media carretera y me aviente al pavimento arriesgando la vida en ello.

(Esta primera parte la  escribí el nueve de mayo, pero estaba chateando con nuestres amigos, me enojé con ellos y ya no quise seguir escribiendote)

Hoy el sol ya no está en conjunción con Urano, ayer te expliqué que es Urano el que nos conecta telepáticamente, el que hace que pensemos las cosas al mismo tiempo, o que escuches lo que pienso antes de que te lo diga. Tienes que recordar, aunque de esto no sepas nada, que Urano es un planeta protagónico en esta relación.  

Lo que sí es que hoy Júpiter esta en conjunción al nodo norte, se abre un nuevo horizonte, con nuevos paradigmas, y la luna está a punto de llenarse en Sagitario.

 Entiendo, ahora, el miedo que te poseyó el domingo mientras cenábamos, el vértigo ante la apertura del nuevo camino.  Probablemente era similar a los nervios que me dieron subirme a ese coche. Emprendimos camino con tu amigo desamorado, hablamos de gente del pasado, del pueblo que dejamos, aproveché para preguntar, así por encima, porqué y desde cuándo no estabas con la que había sido el amor de tu vida. 

- Nunca pensé que iba a vivir algo así. No lo vi venir. Ha sido muy difícil.

Recuerdo que dijiste esas palabras. 

¿Nunca pensó en el final? pensé.  ¿Cómo es vivir sin pensar que los finales te alcanzan tarde o temprano?

Nos detuvimos en el camino al encuentro con más amigos, tuyos, personas del pasado. Volver a los quince.  Llegamos a las cabañas que habían alquilado.  Yo no había alquilado, con nadie, cerca de la boda, porque no sabía cuánto y cómo iba a soportar a gente que no había visto hacía tanto, además quería darle a mi feminazi la libertad de viajar en el medio de la madrugada, en carretera desconocida, a toda velocidad, si era necesario. 

-¿Dónde te quedas? Preguntó El bebé. 

-No sé, depende si me aburro o no. 

-Quédate. Aquí te cuchareamos - dijiste, aunque, según tú, el texto fue :

Aquí te cuchareo. 

-Me vendría muy bien una cuchareada, te contesté, 

Y yo misma me sorprendí de la facilidad con la que se me desenredó la lengua. 

El Bebé emitió alguno de sus soniditos de excitación y todes nos reímos. 

Sentí la adrenalina, ya más presente, ya más sabiendo que algo, fuera lo que fuera, iba a suceder. 

La combi no pasaba por nosotres, y ustedes, con tal de ahorrarse unos pesos y no tomar decisiones preferían quedarse ahí. 

Tú, como buen padrino no nombrado, llevabas los mezcales.

- Abrimos uno ¿o qué?

- Ábrelo tú- dijiste

y ahí supe 2 cosas, 

1 que  con esa apertura de mezcal iniciaba la complicidad entre nosotres 

2 que me ibas a hacer responsable de lo que pasara. 

La abrí, y le di el primer trago.